09 Jun EL MONSTRUO Y EL FÓSIL / JOSÉ MANUEL RUIZ (España)
Horarios de atención al público:
De miércoles a sábado de 10h00 a 17h00
En exposición hasta el 17 de septiembre 2022
*Cerrado por vacaciones FLACSO desde el 23 de julio al 16 de agosto.
Cuando en el siglo XVIII el botánico y zoólogo sueco Carlos Linneo realizó su taxonomía jerárquica de los seres vivos, declaró que los únicos seres que quedarían fuera de su clasificación serían el monstruo y el fósil. El monstruo por poseer alguna anormalidad impropia del orden natural de su especie, y el fósil por tratarse de un vestigio y pertenecer a otra época geológica.
«El monstruo y el fósil» se concibe como un proyecto artístico multimedia, de carácter instalativo, donde convergen técnicas tradicionales con tecnologías contemporáneas. Un encuentro entre lo orgánico y lo electrónico, entre lo natural y lo artificial, entre el residuo y lo inclasificable, entre lo nuevo y lo que queda.
José Manuel Ruiz
Doctor en Nuevas Prácticas Artísticas. Docente investigador de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Su campo de estudio, pensamiento y creación se centra en la autonomía del arte en la era del hipermercado digital. Su obra ha recibido diversos premios internacionales y ha formado parte de exposiciones y festivales de prestigio de Israel, Bélgica, Portugal, Uruguay, México, Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela y España, entre otros.
josemanuelruiz.net
Exhibición y recordatorio.
El monstruo y el fósil de José Manuel Ruiz
El hombre es esta noche, esta vacía nada, que en su simplicidad lo encierra todo, una riqueza de representaciones sin cuento, de imágenes que no se le ocurren actualmente o que no tiene presentes. Lo que aquí existe es la noche, el interior de la naturaleza, el puro uno mismo, cerrada noche de fantasmagorías: aquí surge de repente una cabeza ensangrentada, allí otra figura blanca, y se esfuman de nuevo. Esta noche es lo percibido cuando se mira al hombre a los ojos, una noche que se hace terrible: a uno le cuelga delante la noche del mundo.
G. W. F. Hegel
Lo que es desconocido, lo mal conocido, estimula nuestra imaginación. Tendemos a llenar nuestras lagunas, nuestros vacíos del saber, con fragmentos de mitos donde frecuentemente los animales devienen monstruos.
Monstruo encuentra su raíz en los términos latinos monstrare (mostrar) y monestrum (recordar). El monstruo es del orden de la exposición y la memoria. Era expuesto en ferias para mostrar la desviación, para exhibir lo irregular, lo que excede el marco ordinario, lo que escapa al continuo milagro de la vida y su inmutable orden. Así, lo que no tiene regla de cohesión interna, la forma y la dimensión que no presentan diferencia alguna respecto a un módulo, medida, molde, modelo o patrón, no puede ser calificado de monstruoso.
La existencia de monstruos cuestiona la vida en cuanto al poder que tiene esta de enseñarnos y recordarnos el orden. Basta una decepción, una pérdida de confianza en este orden, una diferencia morfológica, un error específico, para que Exhibición y recordatorio. El monstruo y el fósil de José Manuel Ruiz un miedo radical se apodere de nosotros. Los monstruos producen una angustia arcaica. Acceso a nuestras fantasías, persistencia de las historias contadas a través de siglos alrededor de una fogata, en alguna casa de campo, en algún lugar aislado, en alguna excursión, los seres extraños, los monstruos, cuestionan nuestra racionalidad, ponen en duda lo visible y lo invisible. Objetos de terror verdadero y supersticiones resistentes, transportados desde la noche de los tiempos, los monstruos acompañan a la humanidad desde siempre y en todos los rincones de la Tierra.
Antes que la ciencia descifre la información contenida en los fósiles, estos fueron considerados fragmentos de cuerpos de gigantes, de seres mitológicos, de monstruos. Las primeras interpretaciones hacían de los fósiles objetos extraordinarios, no existía siquiera la noción de especie desaparecida. Un molusco prehistórico, por ejemplo, se explicaba como una garra del diablo.
La instalación artística de José Manuel Ruiz, lejos de ilustrar al monstruo, de imitar la forma de algún fósil, muestra lo que no es previsible en el acto de creación, nos recuerda que es necesario salir del orden para la realización artística, que en el arte es fundamental el desvío hacia lo que no tiene medida ni regulación. Este conjunto de diferentes prácticas desafía al espectador a construir un marco de interpretación, una tentativa de sintetizar, de ensamblar esta multiplicidad dispersa de trazos y construcciones. Sin embargo, todo lo expuesto es producido por la detonación que provocan estos dos términos en el proceso creativo de este artista. La instalación artística es la puesta en movimiento de la maquinaria de creación sin garantía ni retorno.
César Portilla
Fotos de la inauguración
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Visitas de los estudiantes de Comunicación de la Universidad Central del Ecuador
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