Artes menores, cerámica en el Project Room

 

Artes Menores se propone como un laboratorio/taller de producción artística donde el objeto cotidiano porta la poética de la memoria y se valida a partir de las sensibilidades femeninas. En él, la construcción de la memoria familiar se involucra con el oficio cerámico, práctica aminorada por los discursos artísticos dominantes. Los encuentros se realizarán a través de zoom del 26 al 30 de octubre de 18h00 a 20h00.

La cerámica, en el campo de la plástica, es aún considerada un arte menor y su historia se relaciona estrechamente con la elaboración de objetos para el uso cotidiano y lo telúrico, lo que incide en la desvalorización del material como plataforma para realizar objetos en el espacio de la legitimación plástica como lo son aquellos pertenecientes a la pintura o la escultura. Esta diferenciación de territorios corresponde a las nociones clásicas de Bellas Artes y artesanía que, previo a la segunda mitad del siglo XX, se demarcó también bajo criterios de género: mientras los varones realizaban obras consolidadas en el mundo del arte, las mujeres se contenían al interior del hogar y se relegaban al mundo de la elaboración de objetos de carácter práctico.  La relación entre cerámica y mujer es un legado que, en términos generales, todavía forma parte del campo simbólico de los oficios.

Las tareas del hogar también han sido relacionadas con los oficios femeninos. Históricamente, la polarización de las labores productivas y reproductivas  fue también sesgada por criterios de género en donde se colocó en el territorio de lo público al varón y en  el privado, a la mujer.  La administración del hogar y los enlaces afectivos que se tejían dentro de él se establecieron como responsabilidades femeninas. La narrativa con la que se construye la memoria familiar se concibe, hasta la actualidad, bajo los criterios del mundo de los afectos y fue organizado con álbumes de fotografías que se conciben como un catálogo visual y público de un grupo determinado (Silva, 2008, p. 78). El ordenamiento del relato familiar realizado bajo criterios femeninos se determina por su construcción del pasado con una carga de emociones y afectos.

La cerámica y la elaboración del álbum de fotos tienen un punto en común: ambas actividades circundan en el imaginario de las tareas realizadas por/para mujeres, lo que las condiciona a un aminoramiento de su valor dentro de un sistema que legitima  aquello elaborado o ejecutado por manos masculinas. Ambas tareas, tanto en el mundo del arte como en el campo productivo, han estado relegadas a la periferia por considerarse expresiones poco potentes.

Artes Menores se propone como un laboratorio/taller de producción artística para un cupo máximo de 12 mujeres (sin límite de edad). En él se trabajará con los retratos  familiares que seleccione cada participante creando un catálogo visual ilustrado por ellas mismas y elaborado sobre un plato llano.  El proceso de ilustración sobre el plato se realizará con las técnicas cerámicas de vidreado y quema para obtener como resultado final platos decorativos con las imágenes de la familia de cada participante. Terminado el taller, se realizará una muestra de cierre de laboratorio en el que cada tallerista decidirá la manera en la que quiere presentar su trabajo.  Al ser un plato decorado, su intersección entre lo útil y lo ornamental diversificará las posibilidades de muestra, ya sea utilizándolo para colocar alimentos o ubicándolo en un espacio como objeto decorativo-museable. En relación a las imágenes del proceso y bocetos de la propuesta, no pueden determinarse todavía ya que se proponen dentro del laboratorio con las participantes.

En la propuesta para el Project Room Artes Menores, el objeto cotidiano porta la poética de la memoria y se valida a partir de las sensibilidades femeninas que se presentan como un significante artístico. La construcción de la memoria familiar desde  los afectos, la materialización del recuerdo en un producto aminorado por los discursos artísticos dominantes y la decisión de mostrarlo según las nociones estéticas de cada mujer se legitiman en un espacio institucional abordándose desde la experiencia femenina.

Artista: Glenda Rosero. (Guayaquil, 1981) Artista multidisciplinar  y madre. Reside en Quito desde el 2004. Licenciada en Artes Plásticas Especialización Escultura Cerámica, UCE (2009), Maestría en Estudios del Arte, UCE (2016) y Máster Avanzado en Literatura Española e Hispanoamericana, Universidad de Barcelona (2019).  Fue docente universitaria en distintas universidades de la ciudad de Quito. En el año 2015 funda el Colectivo Dos Guaguas en el que explora la cotidianidad del oficio materno  y actualmente realiza, de forma independiente, investigaciones sobre el relato contemporáneo de la maternidad.  Ha realizado varias ponencias sobre arte y educación dentro y fuera del país. Obtuvo varios premios y reconocimientos en salones de arte a nivel nacional.

Materiales: se entregará 3 kilos de arcilla terracota o loza, óxidos de cobalto y terracota diluido y esmalte transparente.  La persona seleccionada debe contar con esteques, pinceles, cuchillas, entre otros. El valor es de 10 USD y debe cubrirlo cada participante. Pueden retirarse del 18 al 25 de octubre al norte de Quito, previo acuerdo.
 
Quema: se van a realizar dos quemas (bizcochado y vidrio). Se realizarán en el horno de la artista.
 
Criterios de selección: 1) disponer de materiales básicos de modelado en arcilla, 2) tener un acercamiento básico al modelado en arcilla o a la técnica cerámica (estudiantes de arte, haber tomado algún taller, profesionales de arte), 3) Domiciliarse en Quito o Valles.
 
Puedes postularte llenando este formulario hasta el 14 de octubre