Jueves 20 de octubre 2022 – Mesa 3: Conectarnos

MESA 3 CONECTARNOS

Gabriela Montalvo

Los auxilios mutuos, la necesidad de amparo y la organización colectiva.

A partir de una exploración sobre la definición y la historia de las Sociedades de Auxilios Mutuos, se propone profundizar en los conceptos de auxilio, socorro y amparo, leídos desde la organización gremial y colectiva, pero también desde sus implicaciones físicas, específicamente con respecto al techo y al abrigo que se busca para poder habitar un espacio. A partir de estas primeras ideas se propone retornar la reflexión hacia los ejes del encuentro: dónde y cómo nos situamos para dar/recibir amparo y protección; qué implicaciones prácticas tiene el reconocimiento desde y hacia los demás sobre nuestra capacidad de sentirnos amparados y, finalmente, qué tipo de conexiones, conscientes e inconscientes, suceden para que seamos capaces de auxiliarnos y socorrernos mutuamente.

MESA 3 CONECTARNOS

Cristina Vega

Las luchas de la reproducción y la reproducción de las luchas.

Reflexionando de manera situada a partir de la revuelta de octubre de 2019 en Ecuador, la ponencia propone pensar este acontecimiento político como lucha reproductiva. En ese quehacer reproductivo se puso en juego un conjunto de actividades dirigidas a sostener los cuerpos en las movilizaciones que se suscitaron durante 11 jornadas como reacción popular a las medidas económicas del gobierno de Lenin Moreno, en particular, la eliminación del subsidio al combustible. Lo sucedido en los albergues y en las calles en relación al cuidado, la cura, el aprovisionamiento, el descanso, la alimentación o la integridad física y emocional, es relevado como aporte clave de los movimientos de mujeres, particularmente de las indígenas, y los feminismos. Esto cobra relevancia como parte del “campo de batalla”, pero además invita a renovar la mirada sobre este y otros procesos de lucha. Lejos de constituirse como labores marginales o repetitivas, se presentan como creación, innovación y apertura de encuentros e interacciones en las que se genera un común, siempre tensionado por las asimetrías que atraviesan el mundo urbano y rural, la clase, el género, la edad y el racismo.

MESA 3 CONECTARNOS

Bertha Díaz

La obra (es) obra (de) su red.

Todo lo vivo: plantas, animales, personas, pero también las obras/procesos/proyectos artísticos entendidos como organismos vivos, nacen por la activación de una red de existencias que actúan por reciprocidad, resonancias, acoplamientos, etc. Asimismo, la emergencia de cada ser vivo trae consigo el pacto de una red por venir que va labrándose y volviéndose visible con el tiempo y va afinándose de manera móvil y mutante gracias al ensayo que hace cada organismo en tanto ser sensible que, a su vez, está abocado a indagar en el uso de sus sentidos para tramarse con su afuera, con lxs otrxs. La red que se revela, a su vez, es la que re-obra y des-obra al ser vivo y tiene la capacidad de propulsarle un estar en el conjunto, así como abonar en su existencia singular, diferenciante. Esta intervención hace uso de estas especulaciones para generar un paseo por proyectos que dan cuenta de esa reciprocidad entre potencia singular de una obra viva y la red que obra y le es obrante, así como sobre las variaciones implicadas, las expansiones y mutaciones que en esos movimientos de doble y múltiples vías se despiertan.

MESA 3 CONECTARNOS

Victoria Pérez Royo

Bailar, otrear, imaginar. Corporalidades miméticas en la danza.

En la copia de un movimiento, forma básica de aprendizaje de danza, en el espacio intermedio entre un cuerpo y otro, hay una densidad de imágenes, imaginarios, fantasías, fantasmas, deseos, miradas, identificaciones, mimetismos que median, facilitan, obstaculizan y dan forma no solo al movimiento, sino sobre todo a los cuerpos implicados. La danza está basada en lo que llamo aquí la facultad de otrear, de habitar otras corporalidades, de imaginarnos en otros cuerpos. Más que composición y ejecución de movimientos, o desarrollo de lenguajes corporales, me interesa aquí abordar las maneras en las que la facultad de otrear que se practica en la danza favorece la creación de otro tipo de colectivos y alianzas que escapan a la ficción del sujeto autónomo, soberano y propietario de sí como base para pensar la democracia. Al aprender una danza nos conectamos con cuerpos presentes y ausentes, carnales y afantasmados, recordados y medio olvidados, humanos y animales, vegetales y minerales, salimos de las corporalidades heredadas y ensayamos otras formas de ser y habitar nuestros cuerpos, colectivamente.