TRANSIENCE

Transience es la primera muestra individual de Wendy Ribadeneira y Christian Parreño.  Tras cinco años de colaboración, esta propuesta no solo constituye la continuación de un constante proceso creativo  sino también el punto de partida de intereses específicos de los autores: fotografía y teoría de arte y arquitectura respectivamente. Así, Transience prende articular aspiraciones estéticas y emocionales con reflexiones sobre la existencia humana y su relación con el objeto de arte.

La conceptualización parte de la fotografía como elemento mediador entre la espacialidad de la galería y las intenciones temáticas que las imágenes proponen. Las tomas son acercamientos que detallan consecuencias físicas del proceso de deterioro de orquídeas. El decaimiento del canon de belleza se convierte, intencionalmente, en indicador de angustia, ansiedad y nostalgia por el paso del tiempo, la condición temporal de la materia viva y su ineludible fin.

Las fotografías se extienden a modo de instalación y proceso con el fin de recurrir a la serialidad, repetición conceptual y exploración formal como estrategias de expresión.  Diferentes capas de elementos interrelacionados  espacialmente se juntan para generar una atmósfera que intensifica y amplía la propuesta original de las fotografías: origen de las cuales se derivan las demás expresiones. Consecuentemente, las imágenes son geometrizadas con la intención de producir una abstracción matemática con la capacidad de añadir un nivel de significación diferente al del lenguaje y la imagen. Esta dimensión se convierte en una piel constante en la galería que además fue extendida al espacio urbano de Quito y Londres. La documentación gráfica de esta experiencia es proyectada como un componente más de la instalación.  Sin embargo, la obra regresa al momento anterior a las fotografías y exhibe literalmente el proceso de descomposición de pétalos recogidos en recipientes utilizados en laboratorio. De esta manera, la preocupación original se aísla con el fin de exponerla y estudiarla detenidamente. El proceso propone alteridad y la generación de lo nuevo a pesar de la angustia que el estado racional de conciencia produce.

El desarrollo de esta exhibición ha sido continuamente sustentado por los poemas de José René Ma. Rilke (1875-1926) y las elaboraciones sobre nostalgia y melancolía de Sigmund Freud (1856-1939). En un ensayo de 1916 (Transience – del cual la muestra adopta el nombre), el psicoanalista describe la noción de temporalidad después de un paseo en los Alpes en compañía del poeta. El paisaje es descrito como un «hermoso día de verano» que, inesperadamente, entristece a Rilke debido a la condición transitoria de sus cualidades físicas. De manera contraria, Freud proyecta la escasez de belleza como un indicador necesario para el surgimiento y concatenación de lo nuevo.

Esta tensión entre objeto y evento pretende generar momentos de expresión que parten de la afectación emocional pero que permiten la elaboración intelectual. De este modo, la piel afectada de las flores se convierte en síntoma estético, casi ornamental, de preocupación existencial. Fotografías, instalación y proceso proveen acceso inmediato a la sustancia de los autores.

Fotografías de la muestra.