La relación entre arte, trabajo y economía es parte del día a día de artistas, mediadores, gestores culturales y todos quienes toman parte en el quehacer artístico cultural. Sin embargo, y contrariamente a otros campos en el país, en la esfera cultural y especialmente en el sector artístico esta relación es la menos normada, contextualizada o sistematizada. En este contexto, el diálogo crítico economía-cultura-arte está pendiente con vista a generar nuevas y buenas prácticas. La economía enfrenta el desafío de revisar hipótesis básicas de su disciplina como la utilidad y el lucro, y la cultura el reto de desprenderse de visiones románticas y de auto-explotación que tratan de justificar o encubrir la precarización e inseguridad del trabajo cultural.